Portada original del ejemplar de Astounding Stories con el texto de Lovecraft.
A principios del siglo XX, una expedición al todavía inexplorado continente antártico sacó a la luz (o al menos eso se empeña en decir el autor de la narración a la que me refiero) la sorprendente noticia de que, resguardada de todo conocimiento humano por las vastas extensiones heladas cuyo clima inhóspito es disuasorio para la vida de nuestra especie, se encuentra la cordillera más alta de nuestro planeta, y tras ella una meseta que parece contener insospechados restos arqueológicos.
En este mapa de la Antártida está marcada en rojo el área de los hallazgos.
Esta noticia, si bien podría haber causado regocijo en el mundo académico y en el de los intrépidos exploradores de antaño, se torna en aterradora al saber, según se relata con tremendas precauciones, que las elevadísimas cimas de las montañas han sido esculpidas con formas tan extrañas que se diría que su modelado no ha podido ser obra de los elementos naturales.
Recreación aproximada de la cordillera descubierta, a cargo de un artista anónimo.
Todavía más inquietante resulta el hecho de que, tras esta cordillera de alturas descabelladas existe toda una ciudad deshabitada, la más antigua de todas las halladas en el mundo con miles -o millones- de años de diferencia, excavada seguramente en la roca misma de la meseta, y en cuyos gigantescos corredores subterráneos se han podido encontrar los testimonios, en forma de bajorrelieves, de la civilización prehumana que los habitó en tiempos más que pretéritos.
Recreación de la ciudad de la meseta antártica, por un artista anónimo.
Monstruosas criaturas en forma de barril y con inusuales tentáculos fueron quienes, en tiempos tan remotos como nuestro planeta, llegaron aquí desde las profundidades abismales del cosmos, (cosa que sabemos gracias, en todo caso, al infame Necronomicón y los no menos blasfemos Manuscritos Pnakóticos, todos ellos custodiados en la universidad de Miskatonic) con intención de establecer su repugnante imperio en la que hoy llamamos "Tierra".
Howard Phillips Lovecraft (sin duda en un acto promocional)
posa junto a la reproducción de uno de los bajorrelieves.
Muy pocos de los científicos que participaron en la misión pudieron regresar con vida de tan espeluznante emplazamiento, ya que tuvieron lugar ciertos incidentes de los que no es conveniente hablar aquí. Solamente uno de ellos, el geólogo William Dyer, atemorizado con la posibilidad de que alguna clase de ser siga habitando aquel paraje yermo y pueda amenazar nuestra civilización aun en nuestros días, se decidió finalmente a contar su imposible historia. Lo hizo con mucho más detalle del que he empleado yo, a través del afamado autor de Providence H. P. Lovecraft, que recogió tan aberrante narración en el texto que bautizaría como En las montañas de la locura (1936) para su publicación en la tristemente desaparecida revista de divulgación Astounding Stories. Recomiendo fervientemente la lectura de tal documento, previniendo a los aventureros que se atrevan a ello de que, tras desentrañar sus secretos, puedan abandonar todo deseo de seguir llenando los espacios en blanco que quedan en los mapas.
¡Qué entrada más chula! En relación al ártico como territorio inexplorado, tengo que apuntar dos obras que versaron sobre ello antes que Lovecraft, y son: La extraordinaria narración de Arthur gordon Pym, de Edgar Allan Poe, y su continuación en La Esfinge de los Hielos, del tito Julio Verne.
ResponderEliminarPensaba pedir a José Miguel, el otro autor del blog, que hiciera próximamente una entrada sobre Arthur Gordon Pymm. Él también conoce a Lovecraft, así que le pediré que intente relacionar ambas obras. ¡Cómo me gusta la literatura de viajes de aquellas épocas, sobre todo cuando se centran en historias fantásticas en lugares inexplorados!
ResponderEliminarHace apenas un año, "libros del Zorro Rojo" publicó "En las montañas de la Locura" ilustrada por Breccia, y hasta ahora ha sido la versión más impactante de un relato de HPL que he tenido el gusto de leer. Os la recomiendo
ResponderEliminarFantástico gracias
ResponderEliminarMe encanta todo esto lo cual no dudo en gran manera ya que mis ojos han visto personajes gigantescos de apariencia distinta en lugares despoblado y cosas que nadie me creería que sean ciertas.
ResponderEliminarALGUIEN TIENE LAS COORDENADAS DE ESTO?
ResponderEliminarManada de maricas..!!! Dejen de fumar tanta hierba...
ResponderEliminarMe inclino más a pensar que esto pueda ser cierto basado en lo relato Bird en su expedición al polo sur...el también halló una gran entrada a un mundo subterráneo.
ResponderEliminarHallo ??? No he visto ninguna prueba de tal cosa solo un relato de Bird (las palabras no son pruebas y Bir no presento más que palabras (no pruebas tangibles y por tanto comprobables).
EliminarImpresionante y algo inusual saber que esos lugares aún se les dice no explorados. Estos lugares nos tienen muchas cosas que aún no conocemos y claro que tratan de ocultar la verdad a la humanidad. Que genial me gusto.
ResponderEliminarGenial 👌 Muchas gracias por todo, y gracias a la tecnología estamos viviendo en un tiempo en que todos podemos aprender de todos, felicidades chicos, excelente trabajo.
ResponderEliminarHace unos meses en la península de Yucatán México,inicio una obra ferroviaria transpeninsular llamada tren maya, y se encontraron fósiles muy bien conservados de figuras y entre ellos unas cabezas de humanoides como las que describen a los aliens,las publicaron es desconcertante esto, un saludo
ResponderEliminarDonde puedo consultar mas informacion de los fosiles de yucatan recientemente encontrados en 2021?
ResponderEliminarByrd no ofreció prueba alguna solo afirmó algo. Y en ciencia sino se ofrece pruebas tangibles y con posibilidad de realizar una investigación sobre el terreno solo son afirmaciones. Dejemos de elucubrar sobre argumentos sin esas pruebas tangibles y dejemos de "tal y cual persona afirmó tal y cual cosa y la sociedad no tiene esa información es que alguien lo silencio. Pruebas y no palabras y comentarios !!!
ResponderEliminarUna vez me propuse en Google Earth encontar algo interesante en la Antártida. Pongan las siguientes coordenadas, es una espiral casi perfecta: 77°23'59"S 161°20'43"E
ResponderEliminarHasta que se demuestren pruebas, serán solo comentarios interesantes, no más.
ResponderEliminarfabuloso por lo real....
ResponderEliminarLa curiosidad despertó al hombre
ResponderEliminarla Antártida parece ser una indicación más de que uno no debe informar o creer historias, sino solo lo que ve con sus propios ojos y lo que hay allí, probablemente nadie lo sepa realmente
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