Otro fenómeno actual de la fantasía épica, género que parece estar viviendo últimamente una segunda edad de oro gracias a varias sagas de éxito, es la Crónica del asesino de reyes, presunta trilogía (veremos si no la estiran) del autor Patrick Rothfuss que cuenta hasta el momento con dos entregas publicadas, la segunda bastante reciente.
El nombre del viento (2007), novela que he terminado de leer hace bien poco, ha sido para mi una agradable revelación. Cuenta la historia -o el primer tramo de la historia- de Kvothe, un chaval pelirrojo que pertenece a una troupe de artistas ambulantes de etnia equivalente a la gitana, más o menos, que va enlazando aventuras y vivencias de todo tipo. Este relato es narrado por el propio personaje, ya adulto, que ha adoptado una identidad falsa por motivos que todavía no conocemos del todo, y que es entrevistado por una especie de historiador - periodista medieval.
Sinceramente, este libro puede ser objeto de múltiples críticas adversas, sobre todo porque no posee una trama especialmente original (relato sobre el paso de la infancia a la adultez, tensión sexual no resuelta, intrigas de campus tipo J. K. Rowling), porque su estilo es bastante irregular (unos capítulos son brillantes, pura poesía, y otros son fríos e incluso toscos), y porque el universo del autor no es nada del otro jueves (mapa propio en la primera página, grupos étnicos muy definidos racialmente, nombres propios al estilo del universo Tolkien, una religión que Rothfuss parece ir inventándose sobre la marcha); y sin embargo gusta, y gusta por méritos propios.
Patrick Rothfuss, que no anda lejos de los 40, consigue que su prosa suene -en el mejor de los sentidos- como si fuese obra de un quinceañero fantasioso cuya mayor influencia es su propio gusto, y El nombre del viento posee una frescura envidiable que invita a leerlo agradable y relajadamente. Aunque no es original como novela fantástica, sí que se nos presenta con una desenvoltura que la hacer parecerlo, y esto se consigue sobre todo gracias al enfoque por el que opta Rothfuss: una narración en primera persona que se sustenta en la perfecta creación del personaje de Kvothe, estudiante, músico y aventurero vocacional, dueño y señor del relato de la primera a la última página para bien. La historia funciona porque Kvothe funciona, y el progreso de la trama funciona porque nos importa lo que le pasa a Kvothe. Nos gana como lectores y no tardamos en ponernos de su parte y empezar a preocuparnos por su suerte.
Portada del segundo libro, recién publicado en España.
A partes iguales Lázaro de Tormes, Harry Potter, Ender Wiggin, Peter Pan, Huckleberry Finn y Barón Munchausen, Kvothe parece la perfecta reencarnación del outsider adolescente de toda la vida en la literatura fantástica actual. Y El nombre del viento, pese a que no es más que el prólogo de una vida que se antoja suculenta de cara a los otros dos volúmenes (el segundo se titula El temor de un hombre sabio y es mucho más grueso), es una magnífica obra que merece la pena descubrir. Con un poco de suerte y con ayuda de quien pueda aconsejarles, los chavales de hoy leerán algo además de tanta novela de vampiros Calvin Klein.
El Nombre del Viento es una gran novela, fresca, entretenida, a veces divertida, a veces trepidante, la disfruté de principio a fin. El Temor de un Hombre Sabio es casi igual de buena pero con una parte que no me gustó nada, no recuerdo si son unas 200 páginas en las que [SPOILER]Kvothe es adiestrado en el arte de la lucha con armas y sin armas, no es que esté mal esta parte pero Rothfuss pierde mucho tiempo en explicarnos este arte marcial que a mi personalmente me parece absurdo[SPOILER] pero bueno es solo una parte de un libro de 1200 paginas, el resto me encantó.
ResponderEliminar1200 paginas?? espero que salga en argentina rapido xD
ResponderEliminarME COMPRE EL TEMOR DE UN HOMBRE SABIO ACE UNA SEMANA Y ME KEDAN MENOS DE 100 PAGINAS...ES BRUTAL ESTE ROTFFUS
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