lunes, 3 de octubre de 2011

MI RETICENCIA POR ABANDONAR LOS PASTICHES



Tercera novela de aventuras de Rodolfo Sánchez que me echo al coleto. De nuevo mezclamos a Sherlock Holmes con Aleister Crowley, el Capitán Nemo, Lucifer e incluso Clark Kent antes de ser super. Menciones al poeta portugués Fernando Pessoa, y redundancias respecto a la novela anterior, por acontecer ésta simultáneamente a determinados capítulos de "Las Huellas del poeta". Otra vez el Necronomicón y los Primordiales, aunque el universo del autor parece evolucionar de Lovecraft a Verne (sospecho que El heredero de Nadie irá por ahí) ¿Por qué me empeño en regodearme en estas mezcolanzas? Y por encima de eso ¿Por qué puede empeñarse un autor? Eso me lleva a reflexionar sobre el uso de personajes ajenos en las obras de otros. Que en definitiva, es sacrificar tiempo de la obra propia para dedicarla a ensanchar y homenajear la de otro. Es un recurso fácil, porque parte del trabajo está ya hecho. Sólo hay que inventar situaciones en las que encajen. En el fondo es no querer dejar para siempre un personaje con el que hemos disfrutado. Bien como lectores, y en un paso más allá, al escribirlos, como si fueran algo más nuestros , contentar al niño que se fascinó un día.

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