Al menos, sí en sus inicios, creados como combatientes del nazismo. Superman es un inmigrante judío/kriptoniano. Así lo planteaba la novela premio Pulitzer Las asombrosas aventuras de Kavalier y Klay . En ella, Josef Kavalier, un joven de 17 años, huye de Praga a causa de la invasión nazi para refugiarse en la casa de su tía en Nueva York. Allí inicia una gran amistad con su primo Sammy Klayman, de su misma edad y ferviente seguidor de los cómics, con quien comparte su afición por el dibujo y su admiración por Houdini. Sammy consigue un empleo a su primo como dibujante en la empresa en la que él mismo trabaja, que debido al reciente éxito de Superman intenta probar suerte en la incipiente industria del cómic. Los dos jóvenes reclutan a otros adolescentes de Brooklyn para formar parte de Radio Comics, nombre final del proyecto y cuya figura central es El Escapista, inspirado en el Capitán América, Houdini, Batman, El Hombre Enmascarado y la Pimpinela escarlata. En poco tiempo, El Escapista logra un gran éxito, aunque sus autores obtienen una mínima parte del dinero que genera. Los dos primos tardan en darse cuenta de que están siendo explotados.
En la actualidad los superhéroes son los israelíes opresores de Palestina, son la sensación de impunidad de EEUU frente a las amenazas externas (cámbiese supervillanos por dictadores) Iron Man es el tráfico de armas controlado; Punisher es el fascismo; , Capitán América es la Derecha; , Thor entrando a servir a Los Vengadores, la anuencia divina a nuestro sistema político; Pantera Negra la alerta ante la segregación racista,; Linterna Verde un policía todopoderoso; los Vengadores, el G-M; los X-Men los homosexuales. Está claro que todos comparten la pulsión de voluntad de poder inalcanzada, de ya cuando Niestsche hablaba de aspirar a superhombre.
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