domingo, 28 de febrero de 2010

NEIL GAIMAN, VAYA UN CUENTISTA





















Neil Gaiman es un escritor de cómics que pretende ser novelista. Y tiene unas ideas geniales, pero me temo que sólo funcionan como cómics. Sus intentos por hacerse escritor me han decepcionado, y es que se ha publicado más sobre su persona que material tenga él literariamente hablando. Sus recopilaciones de cuentos "Humo y Espejos" y "Objetos frágiles" más parecen un intento de compilar todo lo que ya había ido apareciendo en webs, revistas o antologías que otra cosa. Y su primera novela "Los hijos de Anansi" hubiera funcionado mejor en tebeo, ya que es "demasiado cómic". En ella roba de la mitología africana, que era la única casi inexplorada en Sandman, y cuenta con buenas ideas (la canción interior de cada uno, el que todos los personajes acaben en el mismo lugar debido a un cúmulo de casualidades, la perspectiva del mundo de un fantasma etc.) pero me dejó frío. Coraline era un buen cuento que rápidamente pasó a ser cómic y luego film, y es que por aquí es donde me temo que irá Gaiman, a explotar sus buenas ideas en el cine, y seguro que pronto habrá una peli de Muerte: El alto Coste de la Vida, que es lo más sencillo de filmar. Y es que salvo la novela Buenos Presagios, que escribió con Terry Pratchett, Neil no ha hecho más que vender cuentos ilustrados por Dave McKean. Hasta Stardust, que era un cuento ilustrado por Charles Vess, pasó a novelarse y luego a filmarse. Por tanto, a la espera de su gran obra seguimos, deseando que alguna editorial publique The Graveyard Courtbook, para saber al fin si Gaiman es un escritor de cómics que quiere pasarse al cine, o un novelista que comenzó haciendo cómics, que pueda dar a la Literatura al fin una obra maestra. De momento, y viendo el prolífico ritmo de otros colegas suyos (Stephen King, sin ir más lejos) me da que Gaiman es un listo que pretende seguir viviendo de su nombre y no de su volumen de trabajo. Y Stephen King, al sospechar esto, hizo dos bestsellers con un seudónimo. Mientras, Gaiman hace doblaje de pelis (Mononoke, Beowulf) tarjetas de poemas, comics de Marvel y letras de discos con Tori Amos. Y es que King no es tan estrella de rock. Y es mas feo que un susto, pero trabaja.

lunes, 22 de febrero de 2010

ALATRISTE, POR FIN UN HÉROE LITERARIO ESPAÑOL!


Las novelas del capitán auguraban cuatro entregas que finalizarían con "La venganza de Alquézar". El éxito editorial sin precedentes llevó a Pérez Reverte a estirar la saga, basada en las aventuras de Diego Alatriste y Tenorio, un soldado veterano de los tercios de Flandes y espadachín que malvive en el Madrid del siglo XVII alquilando su espada a todo aquel que la necesite. Los títulos publicados son los siguientes:


El capitán Alatriste (1996). (presentación de personajes y contexto histórico)
Limpieza de sangre (1997). (vs. la Inquisición)
El sol de Breda (1998). Es una novela sobre la guerra en Flandes.
El oro del rey (2000). El episodio adaptado en la película, que era buena, pero con un mal montaje final.
El caballero del jubón amarillo (2003). Como lectura en los institutos, el mejor por todas las enseñanzas literarias que desprende.
Corsarios de Levante (2006). Aventuras marítimas.

Aunque en el quinto libro Iñigo habla de una misión en Italia que contaría en otro volumen, intentando matar al dux y tomar Venecia, encontrándose Alatriste con Richelieu y el Papa, los libros "oficialmente prometidos" son:

El puente de los asesinos.
La venganza de Alquézar.
Misión en París.

De ellos se prevé la publicación del séptimo este año 2010.


El Capitán también cuenta con un juego de Rol, y la adaptación en cómic de las dos primeras novelas. La edición en bolsillo española debería dejar de incluir fotos-reclamo de la película y tomar ejemplo de la americana, que es mucho más bonita, tal que un folletín de Dumas o un libro pulp. Parece mentira que los editores americanos entiendan mejor este género que los españoles. ¡Voto a bríos!

lunes, 8 de febrero de 2010

PASATIEMPO DE DÍAS DE LLUVIA: ¿RECONOCES A TODOS LOS DETECTIVES?


En la ilustración, reconozco de izquierda a derecha a Arsenio Lupin, Mrs. Marple, el padre Brown, Holmes, Sam Spade, Dupin, y el último de la derecha es Mycroft Holmes. ¿Cómo se llama el detective oriental y los que faltan? A ver si álguien nos echa un cable. Recapitulemos: Ya he hablado de Sherlock Holmes, pero la creación del detective es obra de Edgar Allan Poe (por eso está en el centro) en los tres cuentos que protagonizara Auguste Dupin, a saber:

-Los crímenes de la calle Morgue
-La carta robada (en el que aparece un diplomático matemático, precedente de Moriarty)
-El Misterio de Marie Roget

Tras ellos, vendría el detective de La Piedra Lunar de Wilkie Collins, luego Holmes (inspirado en el profesor de Doyle, Joseph Bell) y más tarde el infinito: Agatha Christie con Hércules Poirot y Mrs. Marple, Chesterton con el padre Brown (un sacerdote que tras encontrar al culpable lo confesaba, don el doble misterio de encontrar además su motivación al pecado) Harry dickson (el sherlock americano) Tom Sawyer detective (segunda novela de Twain) y el surgimiento de la novela negra a raíz de los pulp, presentando un detective amoral y sucio, reflejo de la América de los años 40. Y luego anda que no han habido niños detectives en las novelas juveniles.


Como colofón, véase la entrada anterior sobre los detectives de Umberto Eco y Paul Auster.

viernes, 5 de febrero de 2010

Capítulo 5: SABUESOS DE ECO Y AUSTER

Portada de la edición original italiana.

Cuando un autor es considerado como un "grande", o lucha por que se le trate como tal, no parece ser una idea del todo buena el dar rienda suelta a sus aficiones literarias más íntimas. Otra cosa es cuando el autor -siempre y cuando sea un tipo inteligente- termina por sacar a la luz sus aficiones, para regocijo de los aficionados que sepan apreciar los guiños. Esto es lo que, a mi juicio, han logrado dos de los novelistas más apreciados de nuestro tiempo: Umberto Eco y Paul Auster.

Portada de una edición en inglés.

No se si se rasgaron las vestiduras los críticos cuando Umberto Eco se reveló como una de las mayores autoridades mundiales en la figura de James Bond, o cuando confesó ser igualmente conocedor profundo del universo Star Wars. Su primera novela publicada es, como todos sabemos, la muy admirada El nombre de la rosa (1980), que viene a suponer una curiosa revisión del género clásico de detectives, así como una mezcla entre éste y lo que después sería la copiosa cosecha de novelas históricas de la Edad Media de corte conspirativo.

Paul Auster, por su parte, pese a que se había dado a conocer con El palacio de la Luna, consiguió con La trilogía de Nueva York (1985-1987) su logro más universal. Esta última obra, que comprende tres relatos bajo un mismo título, también contiene la personal visión que tiene Auster del mundillo detectivesco, un poco más influenciado que Eco por el género "hard-boiled", o novela negra norteamericana.

Portada de la edición española de bolsillo.

Ninguno de los dos autores termina de poner las cartas sobre la mesa, ya que el apego a las convenciones del género -si bien no son excluidas- sí que permanecen inteligentemente veladas bajo varias capas estilísticas, como la recreación histórica de la vida monástica medieval de Eco, o la constante pugna entre realidad, imaginación y delirio febril en Auster. Y sin embargo, el poder hipnótico de los misterios rebosan en ambas obras: el fraile Guillermo de Baskerville es una nueva y poderosa encarnación de Sherlock Holmes (su nombre mismo nos recuerda al famoso sabueso de Conan Doyle), resolviendo con su intelecto y su capacidad deductiva la truculenta serie de crímenes en un monasterio italiano; y el escritor de novelas pulp de Paul Auster (que también juega con su nombre, ya que adopta nada menos que el de Auster, por una extraña confusión de quien le contrata) salta de las páginas que él mismo escribe en la soledad de su apartamento hasta las sucias calles de Nueva York, en las que están presentes, como iconos imborrables del pasado de Hammett y Chandler, las mujeres fatales y las madrugadas de vigilia.

Muy sugerente portada de la edición española.

Ambos detectives no lo son en realidad, y sin embargo se comportan como tales; el uno porque hace su trabajo con el método de toda la vida, el otro porque no puede evitar sentirse fascinado por la transgresión que la realidad hace de la literatura. Especialmente interesante me parece el trabajo de Auster, que logra convertir al escritor "real" del comienzo de La ciudad de cristal (primera parte de la Trilogía) en un personaje de ficción, digno de una de sus novelas, mientras que los personajes de Fantasmas se reducen a colores, como si de nombre en clave del mundo del espionaje se tratase. Y claro, tanto el italiano como el neoyorkino aprovechan para introducir todas y cada una de sus inquietudes como lectores: la mitología de Borges, la ciencia medieval y las sociedades secretas por parte de Eco, Cervantes y su Don Quijote por parte de Auster.

Umberto Eco y Paul Auster saben hacerse los interesantes hasta en foto.

Y lo que tienen en común, además del contexto detectivesco y el género negro, es su gusto por hacer aflorar el poder de las palabras, del lenguaje y los libros como herramientas narrativas en sí mismos, como motores para el avance de la acción en más de un momento. Se nota que ambos son escritores de esos que realizan las obras que les gustaría leer a ellos. Y deben ser buenos lectores.

jueves, 4 de febrero de 2010

Capítulo 4: EL HÉROE CEREBRAL


Borges dice que hay que pensar en Sherlock Holmes a la hora de la siesta. El año pasado estuve enganchado a este tochazo de Sherlock Holmes, con el canon completo (las 4 novelas: El perro de los Baskerville, El signo de los 4, Estudio en Escarlata y el Valle del Terror y todos los cuentos).


Para empezar, Conan Doyle metió una novelilla de aventuras de vaqueros para explicar la resolución de estudio en Escarlata, lo que hace la narración muy leenta, porque el público se queda sin Holmes y Watson durante 80 páginas. Y repetiría la jugada en el Valle del Terror, en la que nos quedamos sin la genial creación de Moriarty otro medio libro. Me quedo con algunos cuentos cortos, en especial con el más pulp de todos (supervillano científico incluido) El caso del detective moribundo que podría incluso adaptarse como obra de teatro. También disfruté el de la serpiente amaestrada que baja al dormitorio de la víctima por un cordel, bajo el que esperan pacientemente Holmes y Watson. En el cuento en el que aparece Irene Adler, Escándalo en Bohemia, tengo la sensación de que Holmes se deja engañar a posta. Y el problema final en el que "muere" Holmes es muy chulo. Aquí dejo la portada de Anaya alusiva a este relato:


Me emocionaron las palabras de Holmes en Su último saludo en el escenario :

-Va a soplar un viento del norte, Watson
-Imposible, Holmes, el mar está calmado
-Y aún así le digo que va a soplar un viento tan fuerte, que muchos nos apagaremos bajo su soplo, pero como es Dios quien mueve el viento, cuando amaine, será un mundo más justo y mejor.

Me gusta pensar que predice la muerte de Watson, por el que llora con amargura, y que ya no aparece en los relatos en los que Holmes está retirado La aventura de la melena de León, por ejemplo. También me han sorprendido MYcroft Holmes y su Club Diógenes. Es que entre los años perdidos de Holmes como espía en la guerra y todo lo que Conan Doyle sugiere veladamente, pueden narrarse las 1000 historias que han venido detrás. Eso es lo que hace a Holmes inmortal. Hay en la antología un poema de Watson a Holmes recién llegado al cielo: No hay solución ni puede ser de otra manera, vámonos Holmes, el infinito espera.

En resumen, he pasado un año con esta pareja, y como los echo de menos, seguiré leyendo pastiches sherlockianos, porque hay a punta pala; el último que he leído bien podría ser la secuela de la peli de acción reciente: Sherlock vs. Houdini. También están las novelas juveniles de Los irregulares de Baker Street o del hijo de Holmes, Martin. Pero lo que comentaré en una próxima entrada, serán las novelas pastiche de Rodolfo Martínez (tetralogía que aquí os ordeno) y a ese día os emplazo.