lunes, 14 de junio de 2010

EL GENIO ALEGRE DE LOS ÁLVAREZ QUINTERO


Los viernes a última hora es muy socorrido dedicar los últimos quince minutos a leer con los alumnos un sainete de los Hermanos Álvarez Quintero. Si encima logramos que el más desvergonzado lo lea con desparpajo y andaluz exagerado de gato Jinx, la risa está garantizada y todos nos vamos con una sonrisa. Los Álvarez Quintero formaron un tándem literario fuera de lo común. Cosecharon éxitos tanto en los escenarios como en los radioteatros. Escribían juntos, saludaban juntos desde las candilejas tras sus estrenos y asistían juntos a las tertulias al uso. Para los críticos y periodistas siempre fue un misterio qué parte de la obra pertenecía a cada uno de ellos. Incluso cuando falleció Serafín (1938) su hermano Joaquín, que le sobrevivió seis años, continuó publicando con el nombre de ambos. No se pudo saber si lo último había sido escrito a dúo o solo por el sobreviviente.Escribieron más de 200 títulos entre sainetes, comedias, dramas y zarzuelas, y algunos títulos alcanzaron notable popularidad, como: El Patio, La Reja, Las Flores, El Genio Alegre (1906), Amores y Amoríos (1908), Doña Clarines, Malvaloca (1912), Puebla de las mujeres, y las comedias de sabor castizo madrileño como Las de Caín (1908) y Mariquilla Terremoto (1930).A mí me gustan "Ganas de reñir", "Sangre Gorda", "Noviazgo, boda y divorcio" y "La niña de Juana o el descubrimiento de América".

jueves, 3 de junio de 2010

LITERATURA PARA CHICAS: HEROÍNAS INFANTILES



Lejos de los cánones del Romanticismo de Jane Austen con huérfanas adoptadas por aristócratas, o sencillas campesinas que con su amor conquistan a un noble, están las heroínas sencillas que siempre harán que por ejemplo Mujercitas o Pollyanna, sean más exitosas que Persuasión o Mansfield Park, y sus inquilinos llenos de decadentismo y spleen. Es el caso de Ana de las Tejas Verdes, una saga de la novela juvenil canadiense que narra la vida de Anne Shirley, una niña huérfana que gracias a su carácter imaginativo y despierto, logra encandilar a todos los habitantes del pueblo ficticio de Avonlea, donde se desarrolla la historia a principios del siglo XX. Anne ve en los adultos que la rodean un reflejo de lo que podría acabar haber sido siendo ella, pero busca su proio camino para terminar como empezó en Tejas Verdes. Existen varias continuaciones, que completan nueve libros según la edad que va alcanzando la protagonista.
Otras heroína interesantes, aparte de la Heidi original de Johanna Spiri, Jane Eyre de Charlotte Bronte o Moll Flanders de Daniel Defoe son la pequeña Dorrit de Charles Dickens y Momo de Michael Ende, que es la última heroína para chicas. A partir de ahí todas son adolescentes problemáticas que carecen de la simpatía de las anteriores. Baste con recordar que cuando la pequeña Dorrit murió, en el último capítulo por entregas de Dickens en los diarios, fue día de luto Nacional en Inglaterra. Impensable hoy día con ningún personaje de ficción.

miércoles, 2 de junio de 2010

EL CAMINO QUE DIOS NOS TIENE MARCADO



He leído con mis alumnos El Camino de Miguel Delibes (por segunda vez) y es curioso cómo sin ser muchos de ellos de pueblo, se sumergen tanto en esta novelita. En ella, Daniel "el mochuelo" ha de dejar su pueblo obligado por sus padres para ir a estudiar a la ciudad. Todo el libro es un llanto contenido por perder un tiempo de felicidad inadvertida. El niño llora al fin, tras rememorar sus amigos, travesuras y dolores, no porque tenga que irse, sino porque comprende que el camino que toma no le deparará la felicidad, y que es muy distinto del que Dios le ha marcado. Es la segunda novela de Delibes. Con la primera, La sombra del ciprés es alargada, en la línea tremendista, quiso ganar el nadal, pero ésta es la que de verdad escribió para sí. Una reivindicación de la vida sencilla y amable frente a la ferocidad de la sociedad y su sistema. Una visita guiada a una infancia de campo.