Hasta la fecha, mis libros preferidos de Alatriste son el segundo y el quinto. Limpieza de sangre fue la definición de todos los personajes presentados en el primer Alatriste. Me gusta especialmente el fragmento en el que Iñigo, humillado por los enemigos del capitán, siente lástima de sí mismo y dirige los que cree serán sus últimos pensamientos a su mundo de la infancia, sus padres y hermanas, "y unas ganas de llorar sin lágrimas le atenazan el corazón y suben por la garganta". Y cómo Malatesta reconoce en el joven niño a un héroe. Y la fascinación que como Jim Wilson, por Long John Silver siente el niño por el villano. El personaje pertenece a padre e hija. Creo que alarmado por los escuetos conocimientos que los adolescentes tenían por el Siglo de Oro, Reverte deja que sea su hija la que le ayude a documentarse y aporte ideas en la creación. Y luego, dedica Limpieza de sangre "a Carlota, a quién no queda sino batirse" . Y ya en los siguientes desaparece el nombre de su hija de la portada. Quizá dentro de muchos años veamos más Alatristes firmados sólo por ella. No sé cómo será el futuro yerno de Pérez Reverte, pero mirando a quién tendrá por suegro, pardiez, que deberá ser un hombre valiente.
Gran final de reseña, voto a bríos... de piernas.
ResponderEliminarGran final de reseña, voto a bríos... de piernas.
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