viernes, 3 de diciembre de 2010

El cementerio de Praga: ¡Umberto Eco ha vuelto!


¿Pero no decía usted, señor Eco, que no volvería a la novela tras La misteriosa llama de la reina Loana? Pues nosotros nos alegramos de que haya cambiado de opinión, porque una bibliografía de sólo cinco libros de ficción sabía a poco... si es que pueden saber a poco cosas tan impresionantes como El nombre de la rosa o El péndulo de Foucault, e incluso la menos conocida aunque inigualable Baudolino. Personalmente, ardo en deseos de hacerme tanto con esta nueva novela de corte folletinesco a lo Dumas, El cementerio de Praga, como con La isla del día de antes, título que me queda pendiente desde hace tiempo.

La sinopsis de contraportada:

«Me da vergüenza ponerme a escribir, como si desnudara mi alma.» Así empieza el relato vital del capitán Simonini, un piamontés afincado en París que desde joven se dedica al noble oficio de crear documentos falsos. Estamos en marzo de 1897 pero las memorias de este curioso individuo abarcarán todo el siglo XIX. La infancia de Simonini transcurre en Turín, con la permanente disputa entre su abuelo, un conservador monárquico antisemita, y su padre, un revolucionario dispuesto a luchar por las causas más nimias. Muy pronto, el joven demuestra sus habilidades para el engaño y se convierte en espía.

Umberto Eco en la actualidad. Imagen de La Mula.

Por el momento, y antes de haber leído la nueva obra del semiólogo italiano, he podido enterarme por ahí de que se adentra en el terreno tan trillado de la novela histórica, si bien es cierto que solamente Eco podría tener la altura moral suficiente para ofrecernos el canto del cisne de un género que él mismo convirtió en éxito allá por los primeros años 80. También se comenta, se dice, se rumorea, que el argumento del libro puede levantar ampollas entre ciertos sectores conservadores, seguramente los mismos que han sido vapuleados por los best-sellers de aeropuerto más vendidos (¿será la Iglesia otra vez?), aunque Eco sorprende otra vez por la frescura de un autor que no renuncia a escribir como lo haría un joven y rebelde debutante. Las expectativas son altísimas, a la espera de formarnos un criterio propio.

4 comentarios:

  1. La acabé ayer, me ha parecido fascinante, un juego de espejos que parece inocente y divertido (es muy divertido) pero absolutamente terrorífico. Esas es mi modesta opinión.

    Saludos :)

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  2. Muchas gracias por comentar! Yo me voy a poner con ella en cuanto pueda.

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  3. De todo el catálogo editorial de diciembre, es lo único en que me he detenido a interesarme

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  4. Mi libro favorito, de los varios cientos que he leido, es BAUDOLINO, de Umberto Eco. Y EL NOMBRE DE LA ROSA y el PENDULO DE FOUCAULT están entre los 12-15 primeros. Digo esto porque no quiero que mi opinión sobre EL CEMENTERIO DE PRAGA parezca obra de alguien que odia a Eco. Todo lo contrario, es de mis escritores favoritos. Pero, y ahora al asunto, EL CEMENTERIO DE PRAGA es de los mayores bodrios, perdón, BODRIOS que te tenido la desgracia de leer. Repetitivo hasta la saciedad, lioso, tedioso, poco original... infumable.

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