jueves, 12 de abril de 2012

DUELO DE TITANES IV: Shakespeare vs. Francis Bacon


Está de moda el tema de la autoría de las obras de Skakespeare, al rebufo de la película Anonymous, de Roland Emmerich. Para empezar, es curioso que este cineasta haga una peli de época. Casi piensa uno que va a ver a Shakespeare corriendo a cámara lenta delante de una explosión, o huyendo de una riada. Anonymous especula sobre un asunto que durante siglos ha intrigado a académicos y brillantes mentes, desde Mark Twain y Charles Dickens, hasta Henry James y Sigmund Freud, esto es: ¿quién fue el autor de las obras de teatro atribuidas a William Shakespeare? Los expertos lo han debatido, se han escrito muchos libros y los eruditos han dedicado sus vidas a proteger o desacreditar teorías acerca de la autoría de las más famosas obras de la literatura inglesa. Skakespeare tuvo que enfrentarse a Ben Jonhson, su rival en las tablas, sólo venciéndole de manera póstuma en éxito y recaudaciones. Pero, al igual que se acusa a Lope de Vega de producir sus obras en un taller de escritores ayudantes, se duda de que todas las grandes obras atribuidas a Shakespeare sean del bardo, debido a numerosos supuestos paralelismos con las obras publicadas de Bacon y anotaciones en el Promus (su libro de notas personal, mientras que en la obra New Atlantis Bacon presenta una tierra que es gobernada por los Rosacruces) y muchos baconianos piensan que él escribió pistas de su autoría en la obra de Shakespeare en forma codificada. Se dice que La Tempestad es de Francis Bacon. A mí me gusta pensar que no. Me quedo con la opinión de Bram Stoker, que en su pequeña pieza El misterio de Skakespeare, zanja la cuestión aduciendo que si Shakespeare no ha escrito todas sus obras, las habrá escrito otro tipo con el mismo nombre y apellidos.

4 comentarios:

  1. Un tema interesante el de la autoría de Shakespeare, desde que hoy hablar del tema hará un año he leido un poco sobre ello, y hay diferentes versiones y supuestos Shakespeares repartidos por ahí.Incluso leí sobre una especie de organización o grupo de profesores universitarios que apoyaban la teoría de la falsa autoría. Aunque, claro, la idea de que S. es autor de Romeo y Julieta y Hamlet, está tan arraigada en la sociedad, que cualquier contradicción es rechazada, siendo está razonable, pero también es verdad, que a algunas personas les encanta el misterio y ven en una rareza un auténtico enigma, creando teorías disparatadas.
    En mi opinión esta desconfianza hacia Shakespeare, no es una teoría desdeñable, y es que cosas más raras se han visto, aunque tampoco me atrevo a afirmar o desmentir, pues carezco de conocimiento.

    Beatriz Alférez

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  2. Yo me quedo con la teoría que dice que S. era un espía llamado Francis Garlan que simuló su muerte para después adoptar la identidad del escritor. Es tan buena como cualquier otra jeje.

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  3. Quizá él y Cervantes fueron la misma persona. Murieron exactamente el mismo día, tengo entendido...

    Y además, ese apellido suyo significa algo así como "Agitar la lanza", y no es precisamente común. Quizá fuese un apodo tras el que podía esconderse todo un grupo de autores en lugar de uno solo. Pero una cosa está clara, y es que Shakespeare no se ha utilizado para echar al mismo saco obras de distinto origen; se nota que las más de treinta obras han salido de una misma fuente, así que fuese Shakespeare una persona o un equipo creativo, el mérito de haber sido quizá el mejor literato de todos los tiempos sigue estando ahí. ¿No será simplemente que, después de tantos años de mediocridad, nos asusta pensar que pueda haber alguien tan genial? Es casi como aquello de que las pirámides de Egipto las construyeron los extraterrestres. ¿Tanto desconfiamos de las maravillas que puede realizar el ser humano?

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  4. [El conde] no es que yo con mi falta de talento y mi inteligencia y gustos limitados vaya a poner en duda que Shakespeare escribió muchas obras maestras y que estará entre los mejores si no es el mejor pero nunca me ha acabado de convencer, no dudo de su gran estilo y talento para escribir pero era demasiado exagerado y extremista. En todas sus obras (o casi todas) los personajes no se comportan como seres humanos racionales, son asesinos, suicidas o las dos cosas, supongo que era lo adecuado para el efecto melodramático pero prefiero el sentido común y la inteligencia de los personajes de Cervantes.

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