viernes, 2 de marzo de 2012

EL LADRÓN INDULTADO

 


Desde que Robin Hood robase a los ricos para dárselo a los pobres, aparece un ladrón que retribuye la justicia social al robar a quienes se lo merecen, ridiculizando a policías corruptos y cargos que prevaricaron. Las aventuras delictivas de A. J. Raffles nos ofrecen la otra cara de la medalla, en virtud de que fueron concebidas como contraparte de las hazañas detectivescas de Sherlock Holmes. El autor de estos relatos, Ernest William Hornung, tuvo un impacto inmediato, que puede medirse en la rapidez con la que aparecieron ladrones análogos, como Arsenio Lupin o Fantomas. Recientemente he leído el relato Arsenio Lupin vs. Sherlock Holmes, en el que el duelo entre ambos se salda con el descubrimiento de Holmes de todo el plan de Lupin y su forma de desvalijar un castillo a través de un pasadizo secreto, pero Lupin ¡le roba el reloj! Conan Doyle no lo habría consentido.

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