martes, 11 de diciembre de 2012

RICHARD BACHMAN

En esta lectura compulsiva que he hecho de Stephen King y que ahora abandono por empacho, hacia lecturas más reposadas (próximamente comentaré Rey Jesús de Robert Graves) hay un tema que me ha faltado tratar y que me apasiona: el del pseudónimo. Stephen King intentó narraciones más lúdicas intentando comprobar si vendía más su nombre que su arte, y al constatar que antes siquiera de escribir un libro ya tenía apalabrado el contrato y los derechos de explotación, tomó  el nombre de un admirador que también intentaba publicar algunos manuscritos, y llegó a un acuerdo con la viuda del fan para usar precisamente su nombre y algunas ideas. Y así, publicó 5 libros: La larga marcha, Maleficio, El Fugitivo, Desesperación y Posesión. Estos dos últimos, poseen la particularidad de ser gemelos y complementarse, y son en mi opinión algo rollo (un niño autista poseído por un diablillo egipcio que siembra el terror en su barrio) Stephen King  Hizo un funeral falso para Bachman después de que el secreto fue hecho público, lo cual inspiró el libro La Mitad Oscura (Dedicado a Bachman) Como King ya tiene contrato para una tercera parte de El Talismán y una serie de La Torre Oscura para Marvel, volvió a jugar con los pseudónimos, y escribió una historia corta bajo el nombre John Swithen, The Fifth Quarter, la cual fue publicada de nuevo después con su nombre. King ha llegado con esto mucho más lejos que Eslava Galán con su Nicholas Wilcox. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario